El buen tiempo traslada la vida al aire libre. Ahora, es el momento de poner en forma nuestros espacios exteriores para disfrutar al máximo de ellos. Ajustar tus necesidades y usos a los metros disponibles es el primer paso. Saca los muebles al exterior y no pongas límites a ese pequeño oasis que te brinda tu terraza o balcón.

 

Distribución a medida

Es preciso que se adapte al uso que vas a darle, tus necesidades y los metros disponibles. Si tienes metros suficientes, crea zonas diferenciadas: para tomar el sol, comer, descansar o leer un libro. Tratando siempre de dar prioridad a una de ellas.
En espacios pequeños, mejor destina (casi) toda la terraza o el balcón a un solo uso. No olvides dejar siempre el espacio central libre. Ten en cuenta que para facilitar recorridos y ganar amplitud en los balcones o terrazas pequeñas, la mejor solución es adosar el mobiliario a las paredes.

Como norma general, en espacios pequeños, ‘menos es más’. Por este motivo, no llenes tu terraza o balcón de muebles. Pon los justos, adaptando tus necesidades al espacio disponible.
Su tamaño debe ser proporcional a los metros disponibles, así que olvídate de grandes piezas, que ocupen todo el espacio. Opta mejor por modelos plegables, apilables y ligeros, lo que te permitirá guardarlos más fácilmente o cerrarlos cuando no los necesites.
Apuesta por muebles poco pesados, así crearás un espacio más flexible, que te permitirá mover la tumbona si quieres sol en un momento determinado o sombra, en otro.

Y no olvides las posibilidades de los muebles de doble uso. Un banco con espacio debajo o un baúl sirven a la vez como asiento y lugar de almacenaje, por ejemplo, lo que te resultará muy práctico para guardar las herramientas de jardinería o los cojines y almohadones.

 

Busca la calidez…

… Y encuéntrala en el color, los textiles, los complementos y la iluminación. Juega con la gama cromática más ácida y divertida, atrévete con la mezcla y arriesga con combinando piezas de distintos estilos.

Cojines y almohadones contribuyen a recrear una atmósfera más cálida y confortable. Deben ser resistentes, lavables y, a ser posible, tratados para soportar mejor los cambios climáticos. Aunque el blanco y los neutros son una apuesta segura, la tendencia se muestra multicolor y atrevida.

 

Jarrones y velas te ayudarán a poner tu toque más personal. Mientras que la iluminación, además de por su fin práctico, es un aliado perfecto para crear ambientes llenos de encanto. Eso sí, siempre que no te pases con los vatios. Los apliques de pared, que ocupan menos, y las lámparas de pie, situadas en las esquinas, te ayudarán a iluminar correctamente.

No renuncies al jardín, es casi un requisito imprescindible Aprovecha las paredes, pueden dar mucho de sí, incluso diseñar un huerto urbano. Cúbrelas con plantas trepadoras. Si además sonespecies aromáticas, llenarás tu exterior de un agradable perfume. O cuelga estanterías para tus plantas, maceteros colgantes y macetas con asas que se pueden poner en la barandilla.